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jueves, 17 de mayo de 2018

La diferencia entre querer y amar explicada por El Principito

“-Te amo -le dijo el Principito.
-Yo también te quiero -respondió la rosa.
-Pero no es lo mismo -respondió él, y luego continuó -Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía. Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes.“

“-Ahora lo entiendo -contestó ella después de una larga pausa.
-Es mejor vivirlo -le aconsejó el Principito“

Pues bien, partimos del punto que hay una diferencia grande, entre dos términos que confundimos a diario.

Querer a una persona significa tener la necesidad de que esa persona nos ame.
Amar, es dar, sin esperar nada a cambio.

No se puede poseer una persona. No se puede ser dueño de una persona. Por eso querer, está destinado al fracaso. Esto explica porqué los celos, las inseguridades, la necesidad de dejar en claro que cierta persona es de uno y de nadie más, siempre terminan en desastre.

Se sufre porque al querer se espera algo de la otra persona, porque creemos tener el derecho de que esa persona nos ame, y cuando no lo recibimos, sufrimos, nos decepcionamos.

No se sufre por amor. Es imposible, por definición de la misma palabra.

Amar implica dar, entregarse, no implica recibir. No implica una reciprocidad.
Por ende la falta de esta, no es un dolor por amar.

Si solo amás esperando que te amen, no estás amando, estás queriendo.

Podés querer un auto, una casa, un trabajo, y esforzarte por conseguirlo.

Podés amar a una pareja, a un familiar, a un amigo, o a tu país, pero no podés poseer a ninguno de ellos.