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miércoles, 6 de julio de 2011

Corazón y respeto

Estaba en el lavadero de casa, experimentando con un teléfono antiguo, de esos negros, con disco, y campanas. Un electroimán para mover una leva que golpeaba las campanas, al recibir una pequeña corriente eléctrica.

Por supuesto no tenía idea de nada, solo instinto y mis precoces 10 años.

Había pasado toda la tarde desarmando aquel teléfono viejo ya para ese entonces, que había encontrado en la calle. Sin idea de lo que hacía a las 10 de la noche, la campana empezó a sonar.

Se oyó la voz de mi viejo a lo lejos desde el living. Lo que sea que intente en la vida lo va a lograr. Es demasiado perseverante.

Esas palabras quedaron grabadas a fuego. Aunque en esa epoca, no tenía idea de lo que significaban.

Años más tarde...en la puerta del local, donde funcionaba el cyber, otra frase de el me marcó para siempre.

Antes que la razón está el respeto. No recuerdo de que estabamos hablando, ni como fue que surgió esa frase, pero es otra de las cosas que me quedan en la mente.

Repasando la historia, recuerdo haber intentado muchas cosas en la vida. Pero fueron aquellas, que encaré con perseverancia, aquellas en las que puse toda la pasión, aquellas donde impuse y mantuve el respeto antes que la razón, aquellas donde fui honesto y humilde conmigo mismo, las que resultaron exitosas.

Aquellas donde no bajé los brazos, y seguí buscando hasta lograrlas. Aquellas, donde mi corazón empujaba, y la razón marcaba el camino. A veces, tuve que dar un par de pasos para atrás para seguir avanzando. Pero nunca me detuve. Seguí adelante.

Jugué para un club de fútbol. Me recibí en el industrial. Construí una empresa de la nada.

Me caí. Me deprimí. Me detuve.

Me levanté. Empecé de cero. Empecé una carrera. Logré el éxito.

Quise bailar. Aprendí algo. Baile en el teatro. Tres veces.

Me enamoré. Y perseguí un sueño por varios años. Costó. Costó aceptar que estaba enamorado. Costó pasar por cosas que no tenían sentido. Costó creer en que era posible. Costó decirlo. Costó creerlo. Costó volver a creer en el amor, después de tantos años. Después de aquel primer amor de la adolescencia. Costó volver a creer, en que se puede ser inocente, sincero. Costó volver a creer que podía amar. Que era capaz de eso. Pero no me detuve.

Hoy sueño despierto. Me siento vivo. Hoy se que soy capaz. Hoy se que es posible. Hoy se que puedo amarte y vivir por vos.

Decidí ir por más. Hoy empiezo algo nuevo. Decidí vivir de lo que me gusta. No solo de lo que me apasiona. Con ansias. Con miedos. Inseguro. Pero persisto.

Insisto. Lo voy a lograr. Por qué? Porque soy un genio? No. Lejos de serlo.

Porque tengo suerte? Nop. Cualquiera que me conoce, y conoce mi historia, sabe, que he pasado por muchos momentos en los que si hubo suerte fue la peor. Porque creo en el destino? Lejos de ser algo en lo que creo.

Lo voy a lograr, porque como todo lo que logré hasta ahora le voy a poner empeño, razón y corazón.

Soy un ejemplo? No. Pero quiero dejar algo. Dejar lo que aprendí.

Poné corazón en todo lo que hagas. Respeta siempre por encima de cualquier motivo o razón.

Perseguí tus sueños. No bajes los brazos. Lo vas a lograr.